Cómo solicitar custodia compartida en Barcelona

Cómo solicitar custodia compartida en Barcelona

Publicado el 09 de junio de 2025


📖 Tiempo estimado de lectura: 23 min

Introducción

La custodia compartida es un régimen legal cada vez más habitual en los procedimientos de separación y divorcio en España, especialmente en grandes ciudades como Barcelona. Este modelo busca garantizar el derecho de los menores a mantener una relación equilibrada con ambos progenitores tras la ruptura familiar, permitiendo que los hijos convivan con el padre y la madre en tiempos similares y con una implicación compartida en su crianza. A diferencia de la custodia exclusiva, la custodia compartida fomenta una corresponsabilidad activa en la educación, salud, bienestar emocional y desarrollo integral de los menores.

En Cataluña, la custodia compartida se regula principalmente a través del Código Civil catalán, que promueve este régimen siempre que sea lo más beneficioso para el menor. No obstante, aunque se presenta como la opción preferente en muchos casos, su concesión no es automática. El juez evaluará cada caso concreto, valorando factores como la relación previa de los progenitores con el menor, la disponibilidad horaria, el entorno familiar, la existencia de conflictos y, en algunos casos, la opinión del propio menor.

Barcelona, como capital catalana, cuenta con una amplia jurisprudencia en esta materia, y los tribunales han ido consolidando criterios claros sobre cuándo procede o no la custodia compartida. Por ello, conocer cómo solicitar este régimen en esta ciudad implica no solo comprender los requisitos legales generales, sino también estar al tanto de las particularidades prácticas que pueden influir en la decisión judicial.

Es importante tener presente que solicitar la custodia compartida no significa únicamente pedir un reparto equitativo de tiempos. Implica demostrar ante el juez que ambos progenitores están capacitados para asumir de manera conjunta y coordinada las responsabilidades parentales, poniendo siempre por delante el interés superior del menor.

En este artículo analizaremos en profundidad los pasos a seguir para solicitar la custodia compartida en Barcelona, los requisitos que deben cumplirse, los documentos necesarios, los criterios del juez, los costes asociados y muchas otras cuestiones clave. También resolveremos las dudas más frecuentes que suelen plantearse en estos procesos legales, de modo que cualquier madre o padre pueda abordar este trámite con mayor claridad y seguridad.

Requisitos legales

Solicitar la custodia compartida en Barcelona requiere cumplir con una serie de condiciones legales recogidas tanto en el Código Civil catalán como en la jurisprudencia consolidada por los tribunales de familia. Estos requisitos buscan asegurar que el interés superior del menor sea protegido en todo momento y que ambos progenitores estén capacitados para ejercer la patria potestad de forma conjunta, sin conflictos graves que puedan afectar al bienestar del niño o niña.

Aunque cada caso se valora individualmente, existen una serie de criterios comunes que los jueces suelen tener en cuenta para conceder este régimen de custodia. Algunos de ellos son obligatorios y otros simplemente recomendables para aumentar las probabilidades de éxito en la solicitud.

La normativa catalana da preferencia a la custodia compartida siempre que no exista una situación de riesgo para el menor y que ambos progenitores presenten un plan de parentalidad detallado y viable.

A continuación, se detallan los principales requisitos legales que deben cumplirse para solicitar la custodia compartida en Barcelona:

  • Ambos progenitores deben estar implicados activamente en la crianza y educación del menor antes y después de la ruptura.
  • Es obligatorio presentar un plan de parentalidad, donde se especifiquen los horarios, actividades, escolarización, atención médica, y otras responsabilidades compartidas.
  • No debe existir una situación de violencia familiar, maltrato o denuncias por delitos contra el otro progenitor o los hijos.
  • La comunicación entre los progenitores debe ser lo suficientemente fluida como para garantizar decisiones conjuntas sin conflicto continuo.
  • Se valorará que ambos progenitores residan en zonas geográficas cercanas, para evitar desplazamientos excesivos del menor.
  • El entorno familiar debe ser estable y adecuado para recibir al menor en condiciones similares al del otro progenitor.

Además de estos puntos, el juez puede solicitar informes del equipo psicosocial del juzgado, entrevistas con los progenitores e incluso escuchar la opinión del menor si tiene suficiente madurez y edad, generalmente a partir de los 12 años. También se tendrá en cuenta la historia familiar, el reparto previo de responsabilidades y la adaptación escolar y social del menor.

En resumen, el objetivo del marco legal no es repartir tiempos equitativos por defecto, sino velar por el equilibrio emocional, educativo y afectivo del menor. Cuanto mayor sea la preparación y la voluntad de los progenitores para colaborar de manera sana, mayor será la probabilidad de que se conceda la custodia compartida.

Tipos de custodia compartida

La custodia compartida no es un modelo único e invariable, sino que puede adaptarse a las circunstancias específicas de cada familia. En el contexto legal español, y concretamente en Cataluña, los tribunales permiten cierta flexibilidad a la hora de definir cómo se reparte el tiempo y las responsabilidades entre ambos progenitores. Esta diversidad da lugar a distintos tipos de custodia compartida, que deben ser consensuados por las partes o, en su defecto, establecidos por el juez atendiendo siempre al interés superior del menor.

A continuación, se presentan las modalidades más habituales de custodia compartida reconocidas y aplicadas en los juzgados de Barcelona:

  • Custodia alterna semanal: Los hijos conviven una semana con cada progenitor de forma alterna. Es uno de los modelos más frecuentes, ya que permite una organización estable y facilita la conciliación.
  • Custodia rotativa quincenal o mensual: Similar al modelo semanal, pero los períodos de convivencia se extienden a 15 días o incluso a un mes. Puede resultar adecuado para familias con buena comunicación y menores más adaptables.
  • Custodia repartida por días: Los menores pasan determinados días de la semana con cada progenitor (por ejemplo, lunes y martes con uno, miércoles y jueves con otro, fines de semana alternos). Es útil cuando ambos viven cerca, pero requiere una alta coordinación.
  • Custodia compartida con domicilio fijo del menor: El menor permanece en una única vivienda y son los progenitores quienes se turnan para convivir con él. Aunque menos habitual, puede ser viable si se dispone de recursos económicos suficientes y se prioriza la estabilidad del niño.

La elección del tipo de custodia compartida debe basarse en el bienestar del menor, la logística familiar, la proximidad entre domicilios, y la capacidad de ambos progenitores para cooperar en la toma de decisiones cotidianas. No existe un modelo único mejor, sino el que mejor se adapte a las circunstancias concretas de cada familia.

Además del reparto del tiempo, es importante distinguir entre la custodia física (quién convive con el menor) y la patria potestad (quién toma las decisiones legales y educativas). En la mayoría de los casos, incluso cuando no hay custodia compartida, la patria potestad sigue siendo conjunta. En el modelo compartido, ambas responsabilidades suelen ir de la mano, implicando una implicación real, continua y equitativa de ambos padres en la vida del menor.

En definitiva, comprender las diferentes modalidades de custodia compartida es clave para tomar decisiones informadas y presentar una propuesta realista ante el juzgado. Un buen asesoramiento legal ayudará a elegir la opción más adecuada según las necesidades del menor y las posibilidades de cada progenitor.

Documentación necesaria

Para solicitar la custodia compartida en Barcelona, es imprescindible presentar ante el juzgado una serie de documentos que acrediten tanto la situación familiar como la idoneidad de los progenitores para asumir el cuidado conjunto del menor. La correcta recopilación y presentación de esta documentación puede marcar una gran diferencia en la valoración que realice el juez, ya que es la base sobre la cual se evaluará la viabilidad del régimen solicitado.

A continuación, se detalla la documentación básica que debe acompañar cualquier solicitud de custodia compartida, ya sea dentro de un procedimiento de divorcio, separación o modificación de medidas:

  • Certificado de empadronamiento: de ambos progenitores y del menor, para acreditar la residencia habitual.
  • Libro de familia: o documento equivalente que acredite el vínculo familiar con el menor.
  • Informe escolar: que refleje el rendimiento, adaptación y situación académica del menor.
  • Informe médico o psicológico: en caso de que existan circunstancias especiales que puedan afectar al bienestar del menor.
  • Justificantes laborales: como contratos de trabajo, horarios o nóminas, que permitan evaluar la disponibilidad de cada progenitor.
  • Plan de parentalidad: documento obligatorio en Cataluña, donde se detalla la organización de la vida del menor en caso de custodia compartida.
  • Convenio regulador: en procedimientos de mutuo acuerdo, este documento incluye el acuerdo entre las partes sobre custodia, pensiones y régimen de visitas.

El plan de parentalidad es uno de los documentos más relevantes en Cataluña. En él, deben concretarse aspectos como el reparto de tiempos, las actividades extraescolares, el uso de la vivienda familiar, las decisiones médicas y educativas, y los medios de comunicación con el menor.

En casos más complejos o cuando existe desacuerdo entre las partes, el juez podrá solicitar documentación adicional, como informes del equipo psicosocial del juzgado o peritajes independientes. También puede convocarse una vista para escuchar directamente a los progenitores y, en función de la edad y madurez del menor, a éste también.

Es aconsejable preparar toda la documentación con antelación y contar con el asesoramiento de un abogado especializado en derecho de familia. Una presentación clara, completa y bien estructurada facilitará el trabajo del juez y aumentará las posibilidades de obtener una resolución favorable.

Pasos para solicitar la custodia

Iniciar el proceso para solicitar la custodia compartida en Barcelona implica una serie de pasos legales y administrativos que deben seguirse con precisión. Tanto si se trata de una separación de mutuo acuerdo como de un procedimiento contencioso, es fundamental conocer el procedimiento para evitar retrasos y aumentar las posibilidades de éxito. A continuación, se detalla el proceso paso a paso, desde la decisión inicial hasta la resolución judicial.

Estos son los principales pasos que deben seguirse para solicitar la custodia compartida:

  • Consultar con un abogado especializado: Antes de iniciar cualquier trámite, es recomendable contar con el asesoramiento de un abogado de familia que evalúe la viabilidad del caso y oriente en la recopilación de documentación.
  • Reunir la documentación necesaria: Certificados de empadronamiento, plan de parentalidad, informes escolares, justificantes laborales y cualquier otro documento que acredite la implicación de los progenitores.
  • Redactar el plan de parentalidad: Documento obligatorio en Cataluña que debe reflejar el reparto de responsabilidades, horarios, comunicación, salud y educación del menor.
  • Presentar la demanda o el convenio: Si hay acuerdo entre las partes, se presentará una demanda de mutuo acuerdo con convenio regulador. Si no hay acuerdo, se interpondrá una demanda contenciosa ante el juzgado de familia.
  • Intervención del Ministerio Fiscal: En todos los casos donde hay menores, el fiscal revisará la propuesta para garantizar que se protege el interés superior del menor.
  • Vista judicial (si procede): En los casos contenciosos, ambas partes serán citadas a una vista en la que podrán aportar pruebas, testimonios o solicitar informes psicosociales.
  • Resolución judicial: Finalmente, el juez dictará sentencia aprobando el régimen de custodia compartida si lo considera adecuado o proponiendo una alternativa.

En los procedimientos de mutuo acuerdo, los plazos suelen ser más cortos y el proceso más ágil. En cambio, los casos contenciosos pueden alargarse varios meses, dependiendo del volumen de trabajo del juzgado y de si se requiere la intervención de peritos o equipos técnicos.

También es importante destacar que la solicitud de custodia compartida puede presentarse no solo en el momento de la separación o divorcio, sino también posteriormente mediante una demanda de modificación de medidas si han cambiado las circunstancias desde la sentencia inicial.

Por último, tener una actitud colaborativa, demostrar implicación real en la vida del menor y presentar propuestas bien estructuradas suele ser clave para que el juzgado valore favorablemente la solicitud. Una planificación adecuada y el acompañamiento de un profesional con experiencia aumentan significativamente las posibilidades de éxito.

Criterios que valora el juez

A la hora de decidir sobre la concesión de la custodia compartida, el juez tiene la responsabilidad de evaluar múltiples factores que influyen en el bienestar del menor. Esta decisión no se basa únicamente en la voluntad de los progenitores, sino en un análisis profundo de las condiciones familiares, emocionales y logísticas que puedan garantizar una convivencia sana y equilibrada para el hijo o hija.

En el marco legal catalán, el interés superior del menor es el principio rector de cualquier resolución judicial en materia de custodia. Esto implica que el juez debe valorar de forma individualizada cada caso, sin aplicar soluciones automáticas. Los principales criterios que se tienen en cuenta son:

  • Capacidad parental: Se analiza si ambos progenitores están capacitados emocional, económica y psicológicamente para ejercer las funciones parentales de forma equilibrada.
  • Implicación previa en la crianza: Se valora el grado de participación que cada progenitor ha tenido antes de la separación en aspectos como la educación, la salud y el cuidado cotidiano.
  • Relación afectiva con el menor: Se evalúa el vínculo emocional existente entre el menor y cada uno de los progenitores.
  • Cooperación entre progenitores: Es esencial que exista una comunicación fluida y capacidad de colaboración, ya que la custodia compartida requiere coordinación constante.
  • Proximidad de domicilios: Si las viviendas de ambos progenitores están geográficamente próximas, se facilita la estabilidad del menor y la logística escolar y social.
  • Edad y opinión del menor: En función de su madurez, el juez puede escuchar al menor para conocer su preferencia sobre el régimen de custodia.
  • Ausencia de conflicto o violencia: La existencia de denuncias por violencia familiar, maltrato o desprotección puede descartar automáticamente la opción de custodia compartida.

En muchos casos, el juzgado solicita la intervención de un equipo psicosocial que realiza entrevistas y observaciones tanto a los progenitores como al menor. Este informe no es vinculante, pero tiene un peso relevante en la decisión judicial.

Es importante destacar que el juez también valorará el plan de parentalidad presentado, así como la viabilidad real del mismo. No basta con que los progenitores lo firmen: debe ser realista, coherente y estar orientado al interés del menor.

En conclusión, el éxito de una solicitud de custodia compartida en Barcelona dependerá de la calidad de la propuesta, de la preparación de las partes y de su actitud colaborativa. Contar con el apoyo de un abogado especializado puede ser determinante para presentar una solicitud bien fundamentada y con mayores probabilidades de aprobación.

Ventajas y desventajas

La custodia compartida es una fórmula cada vez más extendida en los juzgados de familia de Barcelona y de toda España. Sin embargo, aunque suele presentarse como el modelo ideal para garantizar el bienestar del menor tras una ruptura, no siempre es la solución más adecuada en todos los casos. Evaluar sus ventajas y desventajas permite a los progenitores tomar decisiones informadas, centradas en el equilibrio emocional y práctico del niño o niña.

A continuación, se detallan los principales beneficios y posibles inconvenientes de este régimen de custodia:

Ventajas

  • Permite que el menor mantenga un vínculo cercano y constante con ambos progenitores.
  • Fomenta la corresponsabilidad y la igualdad de derechos y deberes parentales.
  • Reduce el sentimiento de pérdida o exclusión por parte del progenitor no custodio.
  • Contribuye al desarrollo emocional y afectivo más equilibrado del menor.
  • En general, disminuye los conflictos relacionados con el régimen de visitas.

Desventajas

  • Puede generar inestabilidad si no se planifica bien la logística (cambios frecuentes de domicilio, rutinas, etc.).
  • Requiere una alta cooperación entre los progenitores, lo que no siempre es viable en contextos de conflicto.
  • El menor puede sentirse dividido entre dos modelos educativos o estilos de crianza diferentes.
  • En algunos casos, incrementa los costes económicos (duplicidad de material, espacio en ambos hogares, etc.).
  • No es recomendable cuando existe desequilibrio en las capacidades parentales o situaciones de violencia familiar.

Es importante destacar que el éxito de la custodia compartida depende, en gran medida, del compromiso de ambos progenitores para colaborar en beneficio del menor. La comunicación, la flexibilidad y la planificación son elementos clave para que este modelo funcione adecuadamente.

Antes de optar por esta modalidad, conviene valorar con realismo si se dan las condiciones necesarias para aplicarla de forma positiva. Un asesoramiento legal y psicológico puede ser de gran ayuda para prever posibles complicaciones y encontrar la fórmula más adecuada para cada familia.

Coste y duración del proceso

Solicitar la custodia compartida en Barcelona implica no solo una preparación legal y emocional, sino también una inversión económica y una espera que puede variar según la vía elegida (mutuo acuerdo o contenciosa). Conocer de antemano los costes y plazos aproximados permite planificar mejor el proceso y evitar sorpresas desagradables durante el procedimiento judicial.

El coste de este tipo de procedimientos depende en gran medida de si existe acuerdo entre las partes. Cuando ambos progenitores están de acuerdo y presentan una propuesta conjunta, el proceso suele ser más económico y rápido. En cambio, cuando hay desacuerdo y se inicia un procedimiento contencioso, los gastos aumentan debido a la intervención de más profesionales y la mayor duración del proceso.

Costes aproximados

  • Abogado y procurador: En un procedimiento de mutuo acuerdo, el coste conjunto puede rondar entre los 800 y 1.500 euros. En un proceso contencioso, cada parte deberá asumir su representación, lo que eleva el coste total a entre 2.000 y 4.000 euros por persona.
  • Informe psicosocial: Si lo solicita el juzgado o una de las partes, este informe es gratuito si lo realiza el equipo judicial. No obstante, si se recurre a un perito privado, el coste puede superar los 1.000 euros.
  • Costes adicionales: Gastos de notaría, traducciones juradas (si aplica), tasas judiciales en ciertos casos y otros documentos pueden aumentar ligeramente el coste global.

En cuanto a la duración, también existen diferencias importantes entre los procedimientos de mutuo acuerdo y los contenciosos:

  • Mutuo acuerdo: La sentencia puede obtenerse en un plazo de entre 1 y 3 meses desde la presentación de la demanda, siempre que toda la documentación esté en orden.
  • Procedimiento contencioso: Puede extenderse entre 6 meses y 1 año, dependiendo de la carga del juzgado, la necesidad de informes psicosociales o testificales, y la complejidad del caso.

Es importante tener en cuenta que los plazos no siempre son exactos y pueden variar si el juzgado se encuentra saturado o si surgen imprevistos, como falta de documentación o desacuerdos sobre el plan de parentalidad.

En definitiva, aunque el proceso de custodia compartida supone un coste económico y una inversión de tiempo, muchos progenitores lo consideran una apuesta justa y beneficiosa para sus hijos. Contar con un abogado especializado y preparar adecuadamente cada fase del procedimiento contribuirá a reducir tanto el gasto como los tiempos de resolución.

Casos especiales en Barcelona

En Barcelona, al igual que en el resto de España, la solicitud de custodia compartida se evalúa teniendo en cuenta una serie de factores comunes. Sin embargo, existen circunstancias específicas que pueden complicar o modificar el curso de estos procedimientos. Los casos especiales, como los que involucran situaciones de violencia doméstica, conflictos familiares graves o padres con problemas de adicción, requieren una atención particular por parte de los tribunales. Estos factores pueden influir tanto en el tipo de custodia como en la decisión final del juez.

Algunos de los casos especiales más comunes en Barcelona incluyen:

  • Violencia doméstica: En situaciones donde hay antecedentes de violencia, ya sea física, psicológica o emocional, el juez prioriza la seguridad del menor. En estos casos, es probable que se rechace la custodia compartida si se considera que existe riesgo para el niño o niña.
  • Padres con problemas de adicción: Si uno de los progenitores tiene problemas de adicción a sustancias, el juez evaluará la situación antes de tomar una decisión sobre la custodia. En este tipo de casos, puede concederse la custodia a un solo progenitor mientras se establecen medidas para tratar el problema.
  • Progenitores que viven en diferentes países: Cuando los progenitores viven a gran distancia o en países diferentes, el régimen de custodia compartida puede ser difícil de aplicar. Los tribunales suelen revisar estos casos con especial cuidado para garantizar que la decisión final no afecte negativamente al bienestar del menor.
  • Relaciones conflictivas entre progenitores: La custodia compartida requiere una colaboración efectiva entre los progenitores. Si hay una historia de disputas o desacuerdos graves, los tribunales pueden optar por conceder la custodia exclusiva a uno de los padres, estableciendo un régimen de visitas supervisado para el otro progenitor.

En estos casos, el juez tomará medidas para proteger el bienestar del menor, asegurando que sus derechos y necesidades sean siempre la prioridad. Además, en situaciones particularmente complejas, se pueden solicitar informes psicosociales o intervenciones de mediadores familiares para evaluar las mejores opciones.

En Barcelona, los tribunales de familia están acostumbrados a tratar casos especiales con un enfoque personalizado, teniendo en cuenta las particularidades de cada situación. Es recomendable que los progenitores involucrados en estos casos reciban asesoramiento legal especializado para entender cómo pueden influir estos factores en el proceso de custodia compartida.

Preguntas frecuentes

A continuación, se responden algunas de las preguntas más comunes sobre el proceso de solicitud de custodia compartida en Barcelona. Estas respuestas están pensadas para aclarar dudas frecuentes y ayudar a los progenitores a entender mejor el proceso y sus implicaciones.

1. ¿Quién decide si se concede la custodia compartida?

La decisión final sobre la custodia compartida la toma el juez, quien evaluará el caso basándose en diversos factores, como la relación de los progenitores con el menor, la capacidad de cada uno para cuidar del niño, la estabilidad emocional y económica de ambos y la opinión del menor, en función de su edad y madurez.

2. ¿Puede un solo progenitor solicitar la custodia compartida?

Sí, cualquiera de los progenitores puede solicitar la custodia compartida. Sin embargo, en caso de desacuerdo entre las partes, el juez será quien decida la modalidad de custodia que más beneficie al menor, priorizando siempre su bienestar.

3. ¿Qué sucede si los progenitores viven en diferentes ciudades o países?

Si los progenitores residen en lugares distantes, el juez evaluará la viabilidad de la custodia compartida, teniendo en cuenta la capacidad para mantener la relación del menor con ambos padres. En muchos casos, la custodia compartida podría no ser viable si los desplazamientos son excesivos o la situación no favorece la estabilidad del menor.

4. ¿Es necesario un abogado para solicitar la custodia compartida?

Aunque es posible presentar una solicitud sin abogado en casos de mutuo acuerdo, se recomienda contar con un abogado especializado en derecho de familia para garantizar que el proceso se realice correctamente. En procedimientos contenciosos, la asistencia legal es indispensable.

5. ¿Cuánto tiempo dura el proceso de custodia compartida?

La duración del proceso depende del tipo de procedimiento. Si los progenitores están de acuerdo, el proceso puede finalizar en uno o dos meses. Sin embargo, en casos contenciosos, el proceso puede alargarse entre 6 meses y un año, dependiendo de la complejidad del caso y la carga de trabajo del juzgado.

Estas preguntas son solo algunas de las dudas más comunes sobre el proceso de custodia compartida. En cualquier caso, siempre es recomendable obtener asesoramiento legal para aclarar todas las dudas y asegurar que el proceso se lleva a cabo de manera adecuada.

Conclusión

La custodia compartida es una opción legal cada vez más popular en Barcelona, especialmente cuando se busca un equilibrio entre los derechos y responsabilidades de ambos progenitores. Aunque presenta numerosas ventajas, como el fomento de una relación sana entre el menor y ambos padres, también implica una serie de desafíos, especialmente en casos de conflictos familiares o cuando las circunstancias logísticas no favorecen la convivencia compartida.

A lo largo de este artículo, hemos analizado en detalle los pasos para solicitar la custodia compartida, los requisitos legales, los tipos de custodia, y los factores que los jueces consideran al tomar su decisión. Además, hemos discutido las ventajas y desventajas de este régimen, así como los casos especiales que pueden influir en la resolución del juez.

Es fundamental que los progenitores comprendan tanto los aspectos legales como los emocionales del proceso. La custodia compartida no es una solución sencilla, y su éxito depende en gran medida de la disposición de ambos padres a colaborar y a poner las necesidades del menor por encima de sus propios intereses. Además, contar con el asesoramiento de un abogado especializado en derecho de familia es esencial para navegar el proceso de manera efectiva y para evitar errores comunes que puedan alargar el procedimiento o perjudicar al bienestar del niño.

En última instancia, la prioridad debe ser siempre el interés superior del menor. Cada caso es único, y el enfoque del tribunal será adaptado a las circunstancias particulares de cada familia. Sin embargo, con la preparación adecuada y la orientación profesional, los progenitores pueden lograr un acuerdo justo que garantice la estabilidad y el bienestar de los niños.

En conclusión, la custodia compartida es una opción viable y beneficiosa en muchos casos, pero requiere compromiso y disposición para adaptarse a nuevas realidades familiares. Con la colaboración de todos los involucrados, este régimen puede ofrecer a los menores una crianza equilibrada y afectuosa que les permita desarrollarse en un entorno seguro y estable.

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