¿Qué hacer ante un despido improcedente en Barcelona?

¿Qué hacer ante un despido improcedente en Barcelona?

Publicado el 03 de junio de 2025


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Introducción al despido improcedente

El despido improcedente es una de las situaciones más complejas que puede enfrentar un trabajador en su relación laboral. Este tipo de despido ocurre cuando el empleador no tiene una justificación legal válida para finalizar el contrato de trabajo de manera unilateral. A diferencia del despido procedente, que se basa en causas objetivas y legítimas, el despido improcedente no está respaldado por motivos legales claros y puede generar consecuencias económicas y laborales para la empresa.

En España, el despido improcedente se regula por el Estatuto de los Trabajadores, que establece que, en caso de que el despido sea declarado improcedente, el trabajador tiene derecho a una indemnización o, en algunos casos, a la readmisión en su puesto de trabajo. Sin embargo, el proceso para impugnar este tipo de despido no es sencillo y debe seguir un procedimiento específico.

Importante: En caso de despido improcedente, el trabajador tiene el derecho a impugnar la decisión mediante una demanda ante el Juzgado de lo Social. La empresa, por su parte, podrá optar por reconocer la improcedencia del despido o defender su postura ante el tribunal.

Para entender cómo actuar frente a un despido improcedente, es crucial comprender los fundamentos legales que lo definen y las implicaciones tanto para el empleado como para el empleador. En esta sección, profundizaremos en los aspectos fundamentales de este tipo de despido, cómo se determina su improcedencia y los pasos a seguir para defender los derechos del trabajador.

Además, es importante conocer las alternativas legales disponibles en caso de un despido injustificado, así como los plazos establecidos para realizar una reclamación. La agilidad en la actuación del trabajador puede marcar la diferencia en el éxito de la demanda.

Requisitos legales para el despido

Para que un despido sea considerado legalmente válido en España, debe cumplir con una serie de requisitos establecidos en el Estatuto de los Trabajadores y otras normativas laborales. Un despido que no cumpla con estos requisitos puede ser declarado improcedente, lo que otorgaría al trabajador el derecho a recibir una indemnización o incluso ser readmitido en su puesto de trabajo.

Los requisitos básicos para un despido válido incluyen lo siguiente:

  • Causa justificada: El despido debe basarse en causas objetivas y legales, como la falta de adaptación al puesto, el bajo rendimiento o razones económicas en la empresa.
  • Procedimiento adecuado: La empresa debe seguir un proceso formal y notificar al trabajador el despido de manera clara y escrita.
  • Preaviso: En algunos casos, es necesario dar un preaviso al trabajador, especialmente cuando se trata de despidos objetivos, con un plazo que varía según la antigüedad del trabajador.
  • Indemnización o readmisión: Si el despido es declarado improcedente, la empresa deberá optar por indemnizar al trabajador o readmitirlo en su puesto.
Importante: Para que el despido sea considerado procedente, debe basarse en razones objetivas que sean demostrables y que estén claramente establecidas en la legislación laboral.

Además de estos requisitos básicos, existen circunstancias específicas en las que el despido puede ser considerado nulo, como en el caso de los despidos que afecten a trabajadores en situaciones de vulnerabilidad, como embarazadas, en situación de baja médica o trabajadores que pertenezcan a determinados colectivos protegidos.

Es fundamental que tanto empleadores como trabajadores comprendan estos requisitos legales para evitar problemas legales y laborales. Si un despido no cumple con los requisitos establecidos, el trabajador tiene derecho a impugnarlo y buscar una compensación por la pérdida de su puesto.

Procedimiento para impugnar el despido

Impugnar un despido es un proceso legal fundamental para los trabajadores que consideran que han sido despedidos injustamente. En España, este proceso está regulado por el Estatuto de los Trabajadores y se lleva a cabo en los tribunales laborales. Si un trabajador desea impugnar un despido, debe seguir una serie de pasos que garantizarán la legalidad del procedimiento y la defensa de sus derechos.

A continuación, te explicamos los pasos clave para impugnar un despido improcedente:

  • Notificación del despido: El primer paso es que el trabajador reciba la notificación formal del despido, que debe contener la causa del mismo. Este documento es esencial para iniciar el proceso de impugnación.
  • Plazo de reclamación: El trabajador tiene un plazo de 20 días hábiles desde la notificación del despido para presentar la demanda ante el Juzgado de lo Social. Es crucial actuar rápidamente dentro de este plazo para evitar que se considere caducada la reclamación.
  • Demanda ante el Juzgado de lo Social: El trabajador debe presentar una demanda en el Juzgado de lo Social correspondiente. En esta demanda, se debe alegar que el despido es improcedente y proporcionar las pruebas que respalden esta afirmación.
  • Conciliación previa: Antes de acudir a juicio, es obligatorio pasar por un acto de conciliación, que es un intento de resolver el conflicto de manera amistosa. Si no se llega a un acuerdo en esta fase, se procede al juicio.
  • Juicio: Si la conciliación no tiene éxito, se celebrará el juicio, donde ambas partes presentarán sus argumentos y pruebas. El juez decidirá si el despido es procedente, improcedente o nulo.
Consejo: Es recomendable contar con el asesoramiento de un abogado laboralista durante todo el proceso para garantizar que se cumplan todos los requisitos legales y aumentar las probabilidades de éxito en la impugnación.

En caso de que el tribunal declare el despido improcedente, el empleador tendrá la opción de readmitir al trabajador o indemnizarlo. La indemnización se calcula en función de la antigüedad del trabajador y su salario. Es importante destacar que, si el despido se considera nulo (por ejemplo, si se ha realizado durante un periodo de baja médica o embarazo), el trabajador tiene derecho a la readmisión obligatoria.

Plazo para reclamar un despido improcedente

El plazo para reclamar un despido improcedente es uno de los aspectos más importantes a tener en cuenta al impugnar una decisión laboral. En España, el trabajador dispone de un plazo determinado para presentar la demanda ante el Juzgado de lo Social, y no respetar este plazo puede tener consecuencias graves para la defensa de sus derechos.

El tiempo estipulado para reclamar un despido improcedente es de **20 días hábiles** a partir de la notificación formal del despido. Es importante destacar que este plazo se cuenta solo en días hábiles, excluyendo los fines de semana y los días festivos. Este plazo es común tanto para los despidos objetivos como los disciplinarios, pero se debe tener en cuenta que el trabajador no puede esperar demasiado para iniciar el proceso legal.

Durante este periodo, el trabajador debe presentar la demanda ante el Juzgado de lo Social correspondiente, exponiendo las razones por las cuales considera que el despido es improcedente y aportando las pruebas pertinentes. Si no se realiza la reclamación dentro del plazo establecido, el derecho a impugnar el despido se pierde, y el trabajador no podrá exigir su readmisión ni la indemnización correspondiente.

Consejo: Es recomendable no esperar hasta el último momento para presentar la demanda, ya que la preparación del caso puede llevar tiempo y es fundamental contar con la asesoría adecuada de un abogado especializado en derecho laboral.

Además, es esencial que el trabajador reciba la notificación de despido por escrito, ya que este documento es la base para iniciar el procedimiento. En caso de que el despido sea verbal o no se entregue un justificante adecuado, el trabajador aún tiene derecho a reclamar, pero el proceso puede volverse más complicado.

En algunos casos, si se demuestra que el despido ha sido nulo (por ejemplo, si afecta a trabajadores en situaciones de especial protección, como mujeres embarazadas o trabajadores en baja por enfermedad), el plazo para la impugnación también puede variar. Por eso, es crucial que el trabajador consulte con un abogado para asegurarse de que está cumpliendo con todos los requisitos y plazos legales.

Indemnización por despido improcedente

La indemnización por despido improcedente es un derecho que tienen los trabajadores que son despedidos sin una causa justificada según lo estipulado por la ley. En estos casos, el empleador debe compensar al trabajador por la pérdida de su empleo de una manera que sea proporcional a su tiempo de servicio, edad y salario.

Cuando un despido es declarado improcedente por el tribunal, el empleador tiene dos opciones: readmitir al trabajador en su puesto de trabajo o, en su defecto, indemnizarlo. La indemnización por despido improcedente se calcula con base en los siguientes criterios:

  • Tiempo de servicio: La indemnización se calcula en función de la antigüedad del trabajador en la empresa. El cálculo es de 33 días de salario por cada año trabajado, con un máximo de 24 mensualidades.
  • Salario del trabajador: La indemnización se basa en el salario bruto que el trabajador percibía en el momento del despido, incluyendo salarios, pluses, horas extras, y otros conceptos retributivos.
  • Antigüedad: En algunos casos, si el trabajador tiene una antigüedad superior a 12 años, puede existir un complemento adicional dependiendo de las condiciones específicas de la empresa o convenio colectivo.
Importante: Si el despido es considerado nulo, el trabajador tiene derecho a ser readmitido en su puesto de trabajo y a recibir el salario correspondiente a todo el tiempo que estuvo fuera de la empresa.

El cálculo de la indemnización no es siempre sencillo, ya que puede haber factores específicos a tener en cuenta, como acuerdos previos, convenios colectivos o situaciones especiales. Por ello, es recomendable que el trabajador consulte con un abogado laboralista que pueda ofrecerle asesoramiento sobre el caso concreto y asegurar que se le respeta el derecho a una indemnización justa.

Además, si el trabajador no es readmitido en su puesto y se opta por el pago de la indemnización, debe tener en cuenta que esta cantidad es una compensación por la pérdida de empleo y no es susceptible de ser aumentada por otros factores como daño moral o daños derivados del despido en sí, a menos que se demuestre que el despido fue, además, discriminatorio o ilegal.

Alternativas al despido improcedente

Cuando un trabajador se enfrenta a un despido improcedente, existen varias alternativas legales que pueden ofrecer soluciones más favorables que una indemnización. Es importante que tanto el trabajador como el empleador consideren estas opciones antes de tomar decisiones definitivas, ya que pueden evitar largos procesos judiciales y resolver el conflicto de manera más eficiente.

A continuación, se detallan algunas de las principales alternativas al despido improcedente:

  • Readmisión en el puesto de trabajo: Si el despido es declarado improcedente, la principal alternativa es la readmisión del trabajador en su puesto de trabajo. La readmisión implica que el trabajador vuelva a su puesto original en la empresa y continúe con su relación laboral como si nunca hubiera sido despedido. En este caso, el empleador debe pagar al trabajador todos los salarios correspondientes al tiempo que estuvo fuera de la empresa.
  • Acuerdo de conciliación: En algunos casos, las partes pueden llegar a un acuerdo de conciliación antes de llegar al juicio. Este acuerdo puede implicar una compensación económica por parte del empleador sin que sea necesario recurrir a la readmisión. El trabajador podría recibir una indemnización adicional como parte del acuerdo, y ambas partes evitarían los costes y el estrés de un proceso judicial.
  • Suspensión temporal del contrato: En situaciones excepcionales, el trabajador y el empleador pueden acordar suspender temporalmente el contrato de trabajo. Esta medida permite que el trabajador conserve su puesto, pero con una pausa en la actividad laboral. En algunos casos, esta opción se considera más beneficiosa que un despido improcedente, ya que evita la pérdida definitiva del empleo.
Consejo: Es importante que, en caso de duda, el trabajador consulte con un abogado especializado en derecho laboral para explorar todas las opciones disponibles y recibir orientación sobre la mejor alternativa según su situación concreta.

Cada una de estas alternativas tiene implicaciones legales y prácticas que deben ser cuidadosamente consideradas. Además, no todas las opciones son siempre viables, dependiendo de las circunstancias del despido y de las condiciones de la empresa. El objetivo principal debe ser encontrar una solución que resuelva el conflicto de manera justa para ambas partes, garantizando que los derechos del trabajador sean respetados mientras se minimizan los riesgos legales para el empleador.

Consejos legales ante un despido improcedente

Enfrentarse a un despido improcedente puede ser una situación estresante y confusa para cualquier trabajador. Sin embargo, existen pasos clave y consejos legales que pueden ayudar a manejar este proceso de manera más eficaz y proteger los derechos del trabajador. A continuación, se presentan algunos consejos fundamentales para afrontar un despido improcedente.

El primer paso esencial es conocer tus derechos y los plazos legales establecidos para impugnar el despido. En España, los trabajadores tienen un plazo de 20 días hábiles desde la notificación del despido para presentar una demanda ante el Juzgado de lo Social. Es crucial no dejar pasar este plazo, ya que la reclamación podría ser desestimada si se presenta fuera de tiempo.

  • Recoger pruebas: Es fundamental reunir toda la documentación y pruebas que respalden tu versión de los hechos. Esto incluye correos electrónicos, mensajes de texto, testigos y cualquier otro tipo de evidencia que pueda demostrar que el despido fue improcedente.
  • Solicitar la carta de despido: Asegúrate de recibir una notificación formal por escrito de tu despido, que debe incluir las razones alegadas por el empleador. Esta carta es esencial para iniciar el proceso de impugnación.
  • Consultar con un abogado especializado: Un abogado laboralista te proporcionará el asesoramiento necesario para entender las opciones legales disponibles y el procedimiento a seguir. Esto aumenta las posibilidades de éxito en la impugnación.
  • Evaluar la posibilidad de conciliación: Antes de acudir al tribunal, existe la posibilidad de intentar una conciliación entre las partes. Este proceso es menos formal y puede ser una forma más rápida de resolver el conflicto de manera amigable.
Consejo adicional: Si el despido fue realizado en un contexto discriminatorio o vulnera derechos fundamentales, como el embarazo o la enfermedad, puede ser considerado nulo y no improcedente. En tales casos, la readmisión es obligatoria, y el trabajador debe ser restituido en su puesto con los salarios que no se le hayan abonado.

Por último, es fundamental entender que los tribunales valorarán si el despido está justificado conforme a la ley. Si el empleador no puede demostrar una causa válida, es probable que el despido sea declarado improcedente y el trabajador obtenga una indemnización o, en algunos casos, la readmisión. Mantener una actitud proactiva y asesorarse correctamente es clave para lograr un resultado favorable.

Cómo demostrar la improcedencia del despido

Para que un despido sea declarado improcedente, el trabajador debe presentar pruebas que demuestren que no existen causas objetivas ni justificación legal para su despido. Demostrar la improcedencia de un despido puede ser complicado, pero existen varios elementos y estrategias que pueden ayudar a probar que el despido fue ilegal.

A continuación, se detallan las principales formas de demostrar la improcedencia del despido:

  • Testigos: Los testimonios de compañeros de trabajo o superiores que puedan corroborar la versión del trabajador son esenciales. Estos testimonios pueden ser cruciales para demostrar que no hubo una causa legítima detrás del despido.
  • Documentación escrita: Correo electrónicos, cartas, informes y otros documentos escritos que demuestren que el trabajador no fue advertido de un mal desempeño o de una infracción que justifique su despido. La falta de comunicación por parte del empleador puede ser un indicio de que el despido no tenía base legal.
  • Registros laborales: Las evaluaciones de desempeño, las actas de reuniones y cualquier otro registro que demuestre que el trabajador estaba cumpliendo con sus tareas de manera adecuada puede ser una evidencia poderosa en su defensa.
  • Pruebas de discriminación: Si el trabajador puede demostrar que el despido se produjo por motivos discriminatorios (por ejemplo, por razones de género, edad, orientación sexual, etc.), puede presentar pruebas que apunten a un trato injusto o ilegal.
Consejo: Si el despido no se comunica por escrito o no se especifican las causas del mismo, el trabajador puede argumentar que el empleador no cumplió con los requisitos legales para notificar formalmente el despido.

Otro aspecto importante para demostrar la improcedencia del despido es la forma en que se ha llevado a cabo el proceso. Si el empleador no ha seguido los procedimientos establecidos por la ley, como la falta de preaviso o no haber pasado por un proceso de conciliación, el despido puede ser considerado improcedente.

En caso de que el trabajador sea incapaz de reunir pruebas directas de la improcedencia del despido, aún puede solicitar que el tribunal investigue si el despido fue justificado en función de las circunstancias del caso, como la falta de aviso previo, la insuficiencia de pruebas o la no aplicación de medidas correctivas antes de proceder con el despido.

Preguntas Frecuentes

A continuación, respondemos algunas de las preguntas más frecuentes relacionadas con el despido improcedente. Estas respuestas pueden ayudarte a entender mejor tus derechos y las acciones que puedes tomar si te encuentras en esta situación.

¿Cuánto tiempo tengo para impugnar un despido improcedente?

El trabajador tiene un plazo de 20 días hábiles desde la notificación del despido para presentar una demanda ante el Juzgado de lo Social. Es importante no dejar pasar este plazo, ya que si se supera, el derecho a impugnar el despido podría perderse.

¿Qué ocurre si el despido es declarado improcedente?

Si un tribunal declara el despido improcedente, el empleador tiene dos opciones: readmitir al trabajador en su puesto de trabajo o indemnizarlo. La indemnización se calcula en función de la antigüedad y el salario del trabajador.

¿Puedo pedir la readmisión si el despido es improcedente?

Sí, el trabajador puede solicitar la readmisión en su puesto de trabajo si el despido se declara improcedente. En este caso, el empleador debe reincorporar al trabajador y pagar los salarios correspondientes al tiempo que estuvo fuera de la empresa.

¿El despido puede ser nulo?

Sí, existen situaciones en las que el despido puede ser declarado nulo, como cuando afecta a trabajadores en situaciones protegidas (embarazo, baja médica, etc.). En este caso, el trabajador tiene derecho a la readmisión obligatoria y a recibir el salario correspondiente a todo el tiempo que estuvo fuera de la empresa.

¿Qué pruebas debo presentar para impugnar un despido?

Es fundamental presentar pruebas que respalden que el despido no tiene justificación legal. Esto puede incluir documentos escritos, testimonios de compañeros de trabajo y cualquier evidencia que demuestre que el empleador no cumplió con los requisitos legales para proceder con el despido.

Conclusión

En conclusión, el despido improcedente es una situación legalmente protegida en la que un trabajador puede defender sus derechos frente a un despido injustificado. A lo largo de este artículo, hemos repasado los procedimientos legales que deben seguirse para impugnar este tipo de despido, las alternativas disponibles y los requisitos legales que tanto empleador como empleado deben conocer.

La clave para defenderse de un despido improcedente es conocer bien los plazos, los procedimientos y las pruebas necesarias. Un trabajador que se encuentre en esta situación debe actuar rápidamente, recogiendo pruebas sólidas y buscando asesoramiento legal especializado para garantizar que sus derechos sean respetados.

Si el despido es declarado improcedente, el trabajador tiene derecho a ser indemnizado o, en algunos casos, readmitido. A través de un proceso de impugnación, se puede llegar a una solución que sea favorable para el trabajador, ya sea a través de la compensación económica o de su reincorporación al puesto de trabajo.

Recomendación final: Si te enfrentas a un despido improcedente, actúa con rapidez, reúne pruebas que respalden tu caso y busca asesoramiento legal. Los derechos laborales están diseñados para protegerte, y un abogado especializado puede marcar la diferencia en el resultado de tu caso.

Recuerda que cada situación es única, por lo que es fundamental contar con la orientación adecuada para evaluar las mejores opciones y garantizar que se haga justicia. La lucha contra un despido improcedente puede ser complicada, pero con el apoyo adecuado, es posible alcanzar una resolución favorable.

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